El “Chief Patiño” fue un personaje legendario, desconocido para la mayoría de los nuevos agentes de viajes, pero para los de mi generación una figura icónica muy querida y unida a la triste memoria de Mexicana de Aviación.

Estando yo en la prepa, el “Chief”, o Pat como le llamaba mi padre, me preguntó un día qué iba a estudiar. “Medicina” le contesté. El “Chief” hizo un gesto de horror… casi regañándome me dijo: “¿Medicina?!!!... ¡qué locura!, estoy de acuerdo en que es una carrera muy noble, pero la verdad es que es una profesión de ‘sangre, sudor y caca’… ¿por qué no te metes a turismo?, es el trabajo más bello del mundo, habla con tu padre cuando termines la prepa y métete a trabajar a la agencia de viajes, no seas tonto”

Un par de años después, faltando un mes para ingresar a la Facultad de Medicina, en la sala de espera de un consultorio médico me encontré con una mujer con un absceso amoratado del tamaño de una naranja en el cuello… recordé las palabras del “Chief”, y me pregunté si en realidad deseaba dedicar mi vida a abrir tumoraciones como la de esa señora. Al día siguiente le informé a mi padre mi decisión de no ingresar a la UNAM y el resultado fue mi inmediato ingreso, como castigo, a la agencia de viajes.

Semanas después, en marzo de 1961, a mis 17, cuando mi padre se reconcilió con mi decisión, y animado con la idea de que yo siguiera sus pasos como agente de viajes me invitó una tarde a tomarnos un café como amigos. Me imaginé que su intención sería hacerme ver la importancia de una carrera universitaria y persuadirme a recapacitar por no haber ingresado en la Universidad; para mi sorpresa su invitación fue para hablarme de la “carrera de agente de viajes”. “Casi todos mis colegas” – me dijo – “hemos entrado a este negocio por azares de la vida y en circunstancias ajenas a una decisión pensada, casi por accidente, al grado que ser agente de viajes todavía no se considera una carrera de verdad como leyes, ingeniería o arquitectura”. Más o menos con ese preámbulo me habló mi padre del futuro del turismo en el mundo… “cuando tengas alrededor de 40 años, el turismo va a ser una de las actividades más importantes del mundo. Y aunque la mayoría considere esta actividad como algo frívolo, la realidad es que ésta es una profesión tan seria y compleja como la medicina. Ahora que ya estás en este negocio es necesario que te comprometas a estudiar, estudiar en serio, empezando con la geografía universal que es la base de la agencia… nuestro producto es el mundo y como en todos los negocios de ventas es indispensable conocer a fondo los detalles de tu producto para poder venderlo”

Esto que cuento sucedió hace 58 años, cuando aún no existían carreras de turismo y el número de agencias era de un par de decenas. Ahora somos ya miles las agencias en México y más de 20 mil los agentes… y el desconocimiento de la disciplina vertebral de nuestro negocio, la geografía turística, sigue siendo una de las deficiencias crónicas de nuestros vendedores, la geografía que se pretende suplir con el manejo de Internet y los sistemas de reservaciones, y la comodidad de esperar en la zona de confort pasivamente a que el cliente nos solicite un viaje en vez de la práctica de la venta proactiva de ofrecer y sembrar el deseo de conocer un nuevo destino son las características endémicas del desempeño mediocre tan generalizado entre nuestras agencias.