Euromundo y La Casa del Viaje

Uno de mis amigos de la juventud, inquieto y muy inteligente, además de estudiar matemáticas, escalaba montañas, descendía ríos y exploraba las más intrincadas cuevas. Sus tóxicas aventuras eran el alcaloide para mantenerse siempre electro cargado de vida. Hablaba de ellas con seriedad e inteligencia, sin alardear sus hazañas ni heroísmos.